Como ya hemos visto en los últimos meses, los ciberdelincuentes tiene predilección por Android y es que los sistemas abiertos son más susceptibles a ser vulnerables a los malwares, lo que hace del sistema de Google una diana perfecta en materia de cibercrimen.
Los terminales Android han sufrido, durante 2016, el doble ataques relacionados con el secuestro de archivos en móviles y las amenazas que acechan a los smartphones y tablets con este sistema operativo son cada vez más numerosas. Esta vez, según el sitio Bleeping Computer, se está extendiendo entre las aplicaciones Android una curiosa técnica de espionaje basada en ultrasonidos llamada ultrasound cross-device tracking (uXDT) que consiste en que ciertas aplicaciones pueden enviar y recibir información mediante ultrasonidos y así obtener información de los usuarios.
De momento, parece que Google no está tomando medidas para frenar estas apps, pero está claro que debería al menos hacer algo para detectar las que utilizan esta técnica y advertir al usuario, tal y como hace con otros permisos para que las aplicaciones tengan acceso a tu ubicación, la cámara, micrófonos o tu agenda.